Me gustaría presentar una
modalidad de psicoterapia que puede ser una buena opción para muchas personas:
La psicoterapia por e-mail con algunas sesiones presenciales.
Durante los últimos
años he venido utilizando, con algunos pacientes, el e-mail como complemento de
las sesiones de psicoterapia, teniendo la oportunidad de experimentar que
muchas cuestiones pueden ser abordadas de una manera efectiva a través de este
medio, mostrando incluso algunas ventajas.
El trabajo psicoterapéutico se
estructura, en términos generales, de la siguiente manera:
-
- - 1 ó 2 sesiones iniciales presenciales
- - 1 ó 2 e-mails semanales con sus consiguientes
e-mails de respuesta
- - 1 sesión presencial al mes
Desde mi punto de vista, la gran
ventaja que ofrece el medio escrito es que supone un contexto facilitador de la
función reflexiva, es decir, de la capacidad de las personas para pararse a
pensar sobre cómo actúan, sobre cómo sienten, sobre cómo piensan, capacidad que es, a la postre, uno de los
principales elementos en los que se basan los avances en el trabajo
psicoterapéutico.
Por su parte, la sesión mensual
ofrecerá la oportunidad de trabajar también en el contexto más favorable de las
sesiones presenciales, y, sobre todo, aportará la base de conocimiento mutuo
entre paciente y terapeuta para que ambos sepan con quién se están comunicando
por escrito.
¿Para qué personas puede ser esta
una buena opción? En primer lugar para toda aquella persona a la que le genere
confianza en cuanto a la obtención de buenos resultados esta propuesta de
trabajo. En segundo lugar será una buena
opción para aquellas personas con escasa disponibilidad temporal para asistir a
la consulta de un psicoterapeuta a unas horas prefijadas.Y también para
aquellas que quieran realizar un trabajo psicoterapéutico con un menor coste
económico (en torno al 50%), pero con ciertas garantías de que si se trabaja
bien se obtendrán resultados.